30 de Noviembre de 2016La compañía vizcaína FMD, especializada en la fabricación de sinterizados de metal duro para herramientas y de herramientas, adaptará su estructura de gestión industrial a los objetivos de incrementar la eficiencia y la flexibilidad de todos sus procesos y a reducir los gastos indirectos y los tiempos de respuesta a los clientes, así como a cimentar las bases para la digitalización de sus labores dentro de la estrategia Industria 4.0. Estas metas se incluyen en su Plan Estratégico 2015-2018, que contempla el desembolso de más de 2 millones de euros en maquinaria para todas sus secciones.
La incorporación de nuevos equipos ha arrancado este año con la adquisición de dos tornos multitarea a la vizcaína CMZ. Una máquina se ha instalado en la sección de mecanizado en “verde” y el segundo equipo, de mayores requerimientos, en la de mecanizado de metal sinterizado. Estos tornos, además podrán trabajar piezas de hasta 500 mm de diámetro. FMD, de esta forma, empieza a sentar las bases manufactureras para la fabricación de herramientas de hasta 450 mm., frente al máximo de 350 mm que elaboran en la actualidad. Dentro de esta planificación, recientemente, han adquirido una rectificadora cilíndrica que también puede trabajar piezas de medio metro. El acceso a la fabricación de herramientas de mayor tamaño les permitirá configurar una oferta más potente en el campo de la siderurgia y la transformación metálica.
Para impulsar otras vías de diversificación, en este caso en las herramientas de corte, FMD ha lanzado un proyecto de I+D que ha recibido el respaldo del programa Hazitek del Gobierno vasco y en el que colaborará con Ceit y TKGune. Básicamente, el objetivo es diseñar nuevos sustratos para la fabricación de herramientas capaces de mecanizar más eficientemente materiales tratados o fundición “ADI” gracias a la utilización de cermets de base titanio. Este plan pondrá en valor el conocimiento adquirido con proyectos abordados hace un lustro para la aplicación de los carbonitruros de titanio.
La confluencia de las dos vías de diversificación, dimensional y tecnológica, se asentará el próximo año con la incorporación de un horno de presintetizado de vacío. Una técnica nueva que supera en prestaciones a la tradicional de atmósfera reductora, ya que permite el manejo de materiales más complejos, con mayor dificultad en el control de la estequiometria, y que reduce el consumo de gases. Para completar el círculo, sólo quedará en cartera la adquisición de un horno de sinterizado capaz de tratar las herramientas de mayor dimensión. Esta inversión se afrontará en una segunda fase salvo que el plan de inversiones se acelere en sus ritmos como consecuencia de la venta de su parcela de 12.000 m2 en la península de Zorrozaurre (Bilbao), donde se ubicaba su actividad en el pasado.
El plan de equipamiento también afectará a la sección de molienda y secado, en la que introducirán sistemas que aumentarán en un 50 por ciento la capacidad de preparación de materia prima, con lo que dispondrán de la base necesaria para atender el crecimiento futuro de la demanda y la incorporación a su catálogo de los nuevos productos.
Otro capítulo intensivo en el esfuerzo de la organización es la orientación de toda su actividad a la Industria 4.0. El trabajo se centra en la modelización gráfica y digital de todos los procesos productivos. Una tarea de gran complejidad dado que cuentan con una media de 15.000 pedidos/año que requieren entre ocho y diez operaciones. Los trabajos han registrado un gran avance con el diseño de un software y un algoritmo muy potente que darán base a este cambio cultural que se asentará en los próximos años y que les permitirá aplicar una trazabilidad más ágil que reducirá costes indirectos.
La dirección de FMD también se muestra orgullosa con la obtención del premio “Txemi Cantera” de ASLE, especialmente porque han valorado “el cambio cultural que se ha registrado en la compañía, que ha entendido y aplicado un modelo que ha sabido adecuar la organización para responder con éxito a la nueva coyuntura”; además les sitúan como “ejemplo para el Resto de sociedades laborales, al aplicar un liderazgo integrador que posibilita el acceso a la condición de socios a todas las personas y que gestiona la empresa en base a valores”. FMD, que tiene más de 40 años de historia como “SAL”, ha consolidado una plantilla media de 58 trabajadores, de los 34 son socios.
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