Para hacer de la fábrica del futuro una realidad, Tecnalia trabaja en iniciativas como DEMAT, cuyo objetivo es mantener la productividad y calidad de las máquinas herramienta, pero consiguiendo un ahorro para las fábricas.
Una máquina grande necesita, por un lado, un gran volumen de material para su construcción, y por otro, una gran cantidad de energía para ponerla en marcha y utilizarla. El objetivo de este proyecto del VII Programa Marco de la Unión Europea es mejorar la competitividad de las fábricas y minimizar sus costes reduciendo el consumo de las máquinas, pero manteniendo la precisión de sus funciones.
Para ello, Tecnalia ha creado máquinas poco rígidas, hasta un 40% más ligeras, pero dotadas de inteligencia, lo que les permite ser tanto o más precisas que sus predecesoras.
Actualmente, existen dos prototipos de ese concepto de máquina ligera e inteligente: una de ellas se encuentra en la empresa de centros de mecanizado Ibarmia, en Azkoitia; y una segunda unidad en la empresa Nicolás Correa, fabricantes de grandes fresadoras, en Burgos. “Estos prototipos están demostrando que no solo son capaces de mantener la productividad de la máquina pesada, sino que la han aumentado” afirma Juanjo Zulaika, responsable del proyecto en Tecnalia.
Este nuevo tipo de máquina implica un beneficio tanto para las fábricas que trabajarán con ellas, como para sus fabricantes. Los primeros ahorrarán en energía gracias a que las máquinas consumen menos, y los fabricantes podrán competir en costes contra otros países.
Tecnalia trabaja ya en los siguientes pasos a partir de DEMAT. En primer lugar, extenderá este mismo concepto de flexibilidad inteligente a otras familias de máquinas, como por ejemplo las taladradoras. En segundo lugar, estudiará la introducción de nuevas funcionalidades en estas máquinas.
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