Para convertirse en el primer fabricante mundial de máquinas de inserción de componentes electrónicos, la compañía ha dividido las acciones en tres pilares: el desarrollo de una nueva máquina de altas prestaciones, la apertura en mayo de una planta en China y el incremento de la capacidad de producción de la fábrica de Bergara.
Ander Aramburu, gerente de Lazpiur, explica que el objetivo es ambicioso, pero realista. “En el mundo hay diez empresas que se dedican a fabricar este tipo de equipos, pero de ellas potentes solo hay seis. Nosotros ocupamos el tercer puesto. Por delante tenemos a una compañía alemana y a otra coreana”.
Aramburu asegura que la nueva máquina que Lazpiur presentará en noviembre en la feria Productronica de Munich “va a ser revolucionaria porque aglutinará en un solo equipo muchas de las tecnologías que utilizamos los ‘player’ del sector. Además, será más pequeña y silenciosa, características requeridas por nuestros clientes”.
Esta máquina se fabricará tanto en Bergara como en China, su primera fábrica en el extranjero. Aramburu explica que el salto a China forma parte de un proceso natural. “Aquel país supone el 15% de nuestras exportaciones, solo superado por Alemania, Marruecos y México. Ahora bien, es el más grande y el que más rápido crece, así que teníamos que ir allí, porque desde Bergara iba a ser imposible abastecer ese mercado. No era razonable desaprovechar la oportunidad, máxime cuando las firmas de las que somos proveedores están realizando inversiones muy importantes”.
Lazpiur factura en China actualmente 3 millones de euros al año. De la planta de Tianjin, en la que trabajarán 20 personas, saldrán anualmente 60 máquinas, lo que supondrá ingresar 20 millones en 2022. Se invertirán 5 millones de euros en la adecuación de un pabellón situado en Tianjin.
No obstante, la sede central permanece en Bergara. Según el CEO, “si no fuéramos allí, probablemente perderíamos actividad aquí. Es más, aquel mercado nos abrirá las puertas a proyectos complejos que habrá que abordar en Bergara”. De hecho, la potenciación de la factoría de Bergara es el tercer pilar para conseguir el liderato. En septiembre comenzarán las obras destinadas a ampliar y remodelar uno de los pabellones de la fábrica, 3.000 metros cuadrados en los que se invertirán 7 millones de euros, incluida la compra de equipos de última generación.
El plan incide en la digitalización de la planta de Bergara y en la internacionalización de la compañía, que exporta el 70% de su producción. De hecho, a la apertura de la fábrica china podrían seguir otras. “Si sale bien,” explica Aramburu, “nos plantearíamos localizarnos en Sudamérica”.
El plan también contempla como objetivo prioritario convertir Lazpiur en una empresa que sea atractiva. “Hay empresas guipuzcoanas que han sabido crearse una reputación, de manera que trabajar en ellas da prestigio. Nosotros quizá hemos desatendido este tema, cuando es crucial. Captar talento es difícil y el primer paso es darte a conocer. Tenemos que ser un referente para los jóvenes que terminan sus estudios de FP o de ingeniería”.
Fuente: Diario Vasco
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